posts del corazón

Algunas reflexiones sobre la Esencia.


Mi camino a la maternidad

Te voy a contar mi camino hacia la maternidad. A los 12 años me diagnosticaron una enfermedad inmune y el tratamiento fue la Quimio. Por estar en pleno desarrollo hormonal uno de los efectos de la medicación podía ser la atrofia de los ovarios. Pasaron los años y la regla no regresaba, tenía 17 años y la doctora pronunció aquellas palabras tan dolorosas y que compré completamente como verdad absoluta, "no podrás tener hijos de forma natural". Sentí un muro, un bloqueo muy grande. Exteriormente me mostré como si nada pasara, ni una lagrima me cayó, pero por dentro me sentía como si de repente todos mis huesos se hubieran derrumbado. Era tan doloroso que creía que no era capaz de mirarlo de frente. Lo guardé en un cajón y los años pasaron hasta que encontré el amor con el que quería formar una familia. En aquel momento reapareció el dolor que a los 17 años no atendí. Me sentía triste, me enfadaba fácilmente, me sentía perdida, no sabía que me pasaba ni de dónde venía tanta tristeza y un día hablando con una vecina, la vida me habló a través de ella y me condujo a una terapeuta maravillosa, Cristina Ros, que me acompañó en mi inicio espiritual. Todo empezó a fluir.

Camino hacia el primer hijo de luz. Pasó un año y con mi pareja decidimos hacer in vitro para ir a buscar al hijo que tanto deseábamos acompañar a crecer desde el corazón. Justo el fin de semana anterior de empezar el tratamiento, fui a uno de los talleres de yoga del corazón con Abel Marie donde viví un proceso de dos años con un grupo muy bello. Allí se me mostró a través de una constelación lo que yo ya intuía. El Ser de luz con el que nos habíamos escogido en esta vida, nos recordaba que nos encontraríamos desde un lugar lejano y para llegar a él, transitariamos por un proceso de adopción. De nuevo la vida me daba la oportunidad de escuchar aquella vocecita de mi interior.

Me di cuenta que me sentía mutilada, menos mujer por el hecho de no poder "darle" a Esteban un hijo "suyo" de sangre y por ello estaba dispuesta a hacer el sacrificio por él, para que no me dejara. En ese momento lo viví de esta forma por miedos, creencias, ..., que todavía no habían sido trabajados. Lo más enriquecedor es el proceso y todo fue perfecto como sucedió, paso a paso. Me di cuenta que en esta historia me estaba abandonando a mi misma y decidí amarme y cuidarme, que los sacrificios se hacen pagar a la larga y que los hijos no son nuestros, sean hijos naturales, in vitro, adoptados, ...

Después de meditarlo un tiempo con el hombre de luz con el que comparto mi vida hasta día de hoy, decidimos ir a adoptar, fue una etapa muy intensa, muy bella, llena de luz y sombra pero siempre acompañada del diálogo, amor y respeto mutuo. Aprendí a escuchar sus necesidades sin sentirme atacada, ya que en aquel momento sentí muy claro mi lugar. Aprendí a confiar en mi sentir, a amar todo lo que era sin juzgarlo ni juzgarme simplemente compartiéndonos desde el sentir de cada uno. Aprendí tanto de esta etapa que me sirve como referente en todas las crisis que hemos vivido con Esteban. Ahora se nos presentaba un nuevo reto: ¿dónde iremos a adoptar? La respuesta fue clara, Etiopía. Era como si el hijo primogénito nos llamara desde la cuna de la humanidad, ya que en la reunión informativa con la Ecai, "casualmente" entró en la sala un niño etiope, con una sonrisa que la llevo en el corazón y en ese momento nos miramos con Esteban y sentimos que aquel era el país donde nos esperaba nuestro primer hijo de luz. Y aquí empezó un camino de autoconocimiento, alegría, incertidumbre, preguntas sin respuesta, .... Aprendí a caminar siguiendo el pálpito de nuestros corazones. Aprendí que el juicio es destructivo, que sea lo que sea que decidimos lo hicimos con todo el amor que éramos capaces en ese momento y que ello fue perfecto. Aprendí y sigo aprendiendo a no juzgar el proceso de las otras personas, sea lo que sea que hagan. Aprendí que si juzgas te juzgas. Aprendí y sigo aprendiendo que el juicio nos separa de la unidad y del amor que somos esencialmente. 

En la etapa final del proceso de adopción, el padre de Esteban y mi querido suegro murió después de una larga enfermedad. En el lecho de muerte le pedimos que nos ayudara con la adopción y con el segundo hijo si podría ser natural, por vivir la experiencia.

A la edad de 33 años, después de un proceso burocrático de tres años y tres meses, recibí la llamada. Nos llamaron de la Ecai. Santi siempre con su calma nos dijo que nos teníamos que encontrar para enseñarnos la foto de nuestro hijo. ¡Qué alegría! Ahora tengo los pelos de punta. Grité a los cuatro vientos, SÓC MARE!!! ¡¡¡SOY MADRE!!! Llamé a Esteban y no me contestaba y fui corriendo a buscarle para decirle en persona que ¡¡¡YA ÉRAMOS MAPA!!! Esa misma tarde fuimos ha hablar con Santi para que nos presentara la foto de esos ojos negros inmensoso y llenos de sabiduria que llegaron a nuestras vidas para quedarse. Qué alegria, qué emoción, qué universo infinito. Éramos mapas de un niño de 4 meses y medio. Y entonces, Santi, nos dice, es un niño que trae una información inusual, sabemos su fecha de nacimiento. Lo más sorprendente es que mi suegro y mi hijo hicieron el traspaso el mismo día, Esteve hacia el cielo y Dawit hacia la tierra. Esto para nosotros fue una señal maravillosa. La vida nos decía, todo es perfecto tal como es y también sentimos que el padre de Esteban nos hacía un guiño! Dawit era el SER de luz que teníamos que acompañar en esta vida y que juntos nos ayudariamos a crecer y evolucionar hacia la expresión de todos nuestros dones y luces. Lo más difícil fue esperar un mes para ir a Etiopía. Aunque intenté buscar la forma de ir antes, no fue posible, la paciencia no es uno de mis dones, de momento.

Fuimos a Etiopía con otras madres y padres adoptivos. Tecle nos vino a buscar al aeropuerto y nos cuidó durante nuestra estancia en Etiopía. Luego fuimos a la casa de acogida donde nos esperaba la sonrisa de Dawit. Qué alegría. Parecía que nos estuviera esperando, nos abrazamos y desde entonces que nos sentimos parte de la unidad familiar que somos. Me resulta difícil expresar la sensación, es imposible poner palabras a algo tan grande, emocionante y perfecto, a parte que cada mujer lo vive diferente. Era un bebe dulce, risueño, tranquilo, con las cosas claras que dormía toda la noche. Ahora empezaba otra etapa de mucho aprendizaje.

Como madre primeriza, estuve en una montaña rusa emocional, con necesidad de compartir con otras madres. Dando demasiado poder a lo que decían los expertos, sin dejarme sentir la voz interior, pero poco a poco fui cogiendo seguridad y aprendiendo de mi gran maestro. Ya que me di cuenta que los hijos me muestran mi luz y mi sombra, y cada día es una gran oportunidad para crecer, ellos me ayudan a ello a pasos agigantados.  Me dediqué casi en exclusividad a la crianza durante 3 años y ello desarrolló en mí el descubrimiento de un don del que hasta entonces no era consciente. El MAS nace con la crianza de Dawit. Gracias, gracias, gracias. Gracias, a mi misma por permitirme vivir esta experiencia, Gracias a Dawit por mostrarme cada día quién soy. Gracias a Esteban por acompañarme desde el amor. También expresar que no fué una decisión fácil, ya que sentía muchas contradicciones internas, no me sentía vista ni reconocida por mi misma ni por la sociedad en general, pero poco a poco, expresando todo lo que se movía internamente y con el acompañamiento de Esteban, fuimos reconstruyendo una nueva relación más sabia y madura. Durante un tiempo necesité que Esteban me pasara dinero con el concepto "por todo el trabajo amoroso que realizas con nuestro hijo: psicóloga infantil, cocinera, nutricionista, canguro, taxista, secretaria, organización de eventos, ..." y todo ello con kilos de amor, paciencia y algún grito. Constantemente nos reinventamos, porque ahora ya no lo necesito y me voy empoderando.

Un tema importante en el camino de ser madre, es que por el hecho de no poder gestar de forma biológica un hijo, no me sentía merecedora de ser madre. Aquí necesite ayuda externa de la terapeuta Meritxell Giral Espinós y ello me lo mostro mi gran maestro Dawit. Después de hacer terapia un tiempo, ocupe mi lugar de madre y me reconocí como tal. Aún ahora me emociono al pensar en ello. ¡¡Sí, soy Madre y ocupo mi lugar plenamente!! Sí, soy merecedora, ya que hay infinidad de maneras de ser madre. Gracias Dawit por este gran aprendizaje. Mis ovarios están llenos de luz y mi matriz es bella, soy una mujer completa.

Otro aprendizaje que siento importante, es que no somos una estadística. Mi cuerpo y tu cuerpo son únicos. No compres lo que dicen los médicos (con todos mis respetos y gratitud hacia algunos médicos que ejercen la profesión con amor, respeto, humildad y sabiduría y que gracias a la vida y la expresión de ésta a través de la doctora Plaza hoy estoy aquí en la tierra). La física cuántica explica que la materia aparece y desaparece. Es un tema muy complejo, pero hay gente que con meditación se ha sanado y curado enfermedades que decían incurables, remisiones espontáneas. Cada día pasan cosas que los médicos no se explican, porque la vida es mucho más grande que la medicina y con ello no quiero decir que la medicina no sea válida. Mi sentir es que sería maravilloso unir la medicina moderna con la medicina ancestral. El otro día un osteópata sabio me dijo, todos los grandes estudiosos del cuerpo humano acaban creyendo en Dios, porque el cuerpo humano es un milagro constante. Muy recomendable la película-documental "¿Y tú que sabes?", la cual habla de ello. Lo más importante es no aferrarse a nada, sea lo que sea que tengamos que vivir, se presenta en nuestra vida para ser vivido y traspasado con la conciencia en el aprendizaje.

Camino hacia segunda hija de luz. A los nueve meses de compartirnos con Dawit, teníamos claro que queríamos repetir la experiencia de ser padres y había sido tan bella la Adopción que teníamos claro que aquel era el camino. Así que empezamos el proceso de nuevo, pero esta vez hubo más dificultades a nivel burocrático y pasaban los años. Nos dimos cuenta que lo más importante es vivir el proceso, el que sea, con calma, paz interior y claridad, en que la felicidad no está fuera sino dentro de uno mismo, y seguimos caminando gozando de la familia que teníamos, aceptado lo que fuera, confiando en la sabiduría infinita de la vida. Ahora con el tiempo me doy cuenta que era necesario ser una familia de 3 durante 8 años, cada uno vivió un proceso personal intenso y de mucha belleza. Nos gozamos mucho.

Durante este periodo, un día me llaman de Fomento diciéndome que querían ofrecer a algunos departamentos de recursos humanos una Constelación Organizacional. Lo primero que me pasó por la cabeza es que no estaba preparada, pero inmediatamente me dije: "La vida sólo te trae lo que puedes hacer y gestionar". Con esta frase en mi cabeza cogí las riendas de mi vida y fui con nervios, confianza y ganas de vivir esa experiencia tan emocionante. Allí realicé una constelación Organizacional en la que me sentí plenamente en mi lugar y conocí un ángel, una persona de recursos humanos de una conocida empresa. Quería seguir trabajando conmigo para ayudar a la gente de su empresa, y para ello necesitábamos un lugar donde realizar las sesiones. Me dijo que conocía una chica que tenía un centro al lado de la empresa. Fui a preguntar y la puerta estaba cerrada, pero me encontré una señal de la vida, Instituto Shen Dao Fertilidad Natural. Me quedé atónita, ya estábamos casi a punto de ir a buscar a otra criatura a Etiopía, pero se me activó la voz interior y se produjo un diálogo interno. No, no puede ser verdad, ¿que dirá Esteban? Otra vez lo mismo, se repite la historia. LLegué a casa y le comenté lo sucedido a Esteban pero con su elocuencia y con muchas razones me lo saqué de la cabeza. Al cabo de poco, Dawit tenía visita con la osteópata que lo trataba desde hacía años y al llegar a la consulta se puso a llorar como si lo estuvieran matando y diciendo que él no quería ser tratado ese día, y Cèlia (chamana-osteópata) me dijo: "ponte tú", y así lo hice. Entonces sucedió la magia, ella me dijo que mi cuerpo pedía pasar por el embarazo. En ese momento me quedé congelada. Ahora veo la grandeza y el movimiento en todo lo que es. De nuevo se repetía la historia, pero al revés, le dije a Esteban: "siento la llamada de la segunda hija desde el in vitro, no perdemos nada por probar". Me doy cuenta que cuando el mensaje viene de dentro no le hago tanto caso como si viene de fuera, aprendiendo. La vida no se cansa de enviarnos señales. Después de meditar la propuesta nos lanzamos al in vitro haciendo tratamiento con todas las acupuntoras maravillosas que entonces había en Shen Dao: Irene, Judit, Ana e Isa. Todas ellas me trataron con sus manos de luz y agujas de oro para preparar la matriz, y a la vez fui a una doctora que ellas me recomendaron. Sólo podía ser aquella doctora, una chamana vestida con bata blanca, y la enfermera amorosa que la acompañaba. Enseguida congeniamos y nos compartimos desde un lugar muy bello y enriquecedor. Yo me concilié con la bata blanca y me di cuenta que a veces la medicina nos aporta la posibilidad de vivir algo increíble, cada momento vital necesita lo que necesita. No me cerré a nada, abrí las alas a experimentar lo que fuera que iba a experimentar, confiando en la vida, intentando tener las mínimas expectativas, y la doctora dijo: "lo vamos a intentar, pero no prometo nada", ya que mi matriz desde hacía 17 años que no vivía una regla. Se puso en marcha con medicación y empecé a gozar de las reglas, recuperé esa alegría de cuando era niña y sentía el ciclo de la vida en mi interior, tal vez en esto soy rara, pero cuando me vino la regla por primera vez, sentí una gran alegría ya que eso quería decir que podría ser madre y era algo que tenía claro desde muy pequeña. También mi madre era muy avanzada en estos temas y siempre me habló de la regla, de los genitales y de la sexualidad desde un lugar muy sano. Al principio de hormonarme con el tratamiento, sentí el desajuste hormonal y me sentía un poco loca interiormente, pero una vez ajustado pude conectar con la regla, las sensaciones, los ciclos, regar las plantas con mi regla, todo un regalo para mi alma. Y a los tres meses ya estaba preparada para sostener dentro un bebé. La doctora gritó: ¡¡YA ESTÁ!! Me alegré aunque algo contenida ya que quedaba mucho trayecto. Lo viví con calma y serenidad. La Doctora alucinó con mi matriz, yo también y Esteban también. Qué gran muestra de que nada es lo que parece. Un agradecimiento infinito a mi matriz. Ahora veo más increíble y luminoso lo que hizo. Gracias también al apoyo externo que la ayudó a ocupar el lugar que tenía que ocupar. Qué grande es la vida y el cuerpo humano, ¡¡alucinante!! Todo es posible si es lo que tiene que ser. Ahora intento obedecer más a mi intuición ya que ella me ha traido aquí.

Segundo paso era buscar una donante de óvulo. Hicimos una miniovodonación. Con este tratamiento te aseguran un óvulo fecundado o como máximo dos, porque tenía claro que no quería machacar a mi cuerpo y que si la vida me lo tenía que traer, sería a la primera o máximo a la segunda, no más. A parte teníamos abierto el proceso de adopción que estábamos encantados con la posibilidad de volver a adoptar, ya que Dawit es hijo igual que uno biológico. Así lo sentimos desde el primer momento en que nos reencontramos en esta vida. Seguimos con la miniovodonacion. Una donante generosa, luminosa y llena de amor nos entregó 7 óvulos que fueron fecundados por el esperma de Esteban, y llegaron 6 de los 7 óvulos fecundados con una buenísima calidad. La doctora alucinaba. No era normal nada de todo lo que estaba sucediendo con nosotros. Aquí se mostró la grandeza de la vida y que hay cosas que escapan de nuestro entendimiento científico y por ello creer en la vida más allá de lo que está establecido como normal, es un regalo que nos hacemos a nosotras mismas, infinidad de posibilidades. Aquí me abrí plenamente a que la vida fuera en mi. Y así fue, la doctora con sus manos mágicas y el conocimiento científico, introdujo en mi matriz a través de la vagina el embrión número 3. Causalidad: tres es símbolo de lo divino y tres era la habitación que ocupaba Dawit en la casa de acogida.

Y sí, contra todo pronóstico, ¡¡me quedé embarazada!! Fue un embarazo muy intenso, miedos antiguos del sistema familiar se despertaron, sensaciones muy intensas, mucho cansancio, mucho sueño, aunque me encontré bien, y algunos momentos de consciencia, sabiduría. Agradezco a Mireia Valls de Som Mares su regalo que me hizo de preparación al parto, maravilloso, super recomendable. Miedo de los médicos por mi historia médica y por tener 40 años. En ese momento te encuentras muy sensible, mucho movimiento interno, mucha intensidad. Todo un aprendizaje de rendición, soltar y confiar. Sobre todo, lo más importante, aceptar todo lo que es tal como es, que no somos super womans y que lo que sucede es perfecto para el gran aprendizaje de vida al que hemos venido. El parto fue otro gran aprendizaje de humildad y aceptación. Me costó mucho aceptar lo que fue, muy diferente a lo que imaginaba. Ahora me veo en ese momento y puedo empatizar y veo que fue perfecto, que tenía que ser como fue y con amor me abrazo y me amo en mi proceso de evolución. Y después de este proceso ahora también puedo recordar momentos mágicos, como la primera noche de dilatación sentada en un taburete pasando la ducha por mi cuerpo lleno de vida, momentos de éxtasis con ejercicios de som mares y el expulsivo en el que me nació una fuerza increíble. Cuando Asha nació y me la colocaron en el pecho, sin palabras, son momentos en la vida que se tienen que vivir para saber qué se siente porque cuando pones palabras a algo tan grande se desvanece. Y ahora queda lo mejor, la crianza y de nuevo más aprendizaje, me fue recordado otro don, el dibujo del alma. Y a seguir creciendo con los grandes maestros de mi vida.  Un aprendizaje que quiero compartir, el milagro de la vida no es sólo Asha. Ella no es más especial por el hecho de haber venido de forma tan increíble a los ojos humanos. El milagro de la vida somos todos, ya que la vida en sí es un milagro.

Ahora me doy cuenta que los hijos que acompañamos en esta vida, nos llamaron y recordaron a través de la intuición donde se encontraban. Porque tenían que ser ellos. Así fue pactado antes de venir a la Tierra. Con la perspectiva de los años te das cuenta que la vida es perfecta. Mi enfermedad fue un regalo, fue para transformar a mi madre, a mi y nuestra relación, para ir a buscar los hijos que en esta vida tenían que ser, y digo y siento como certeza que hay mil maneras de ser madre y que es exactamente lo mismo ser madre biológica, que adoptiva que de in vitro de donante de óvulo, que acogida temporal, ... Los hijos que acompañamos en esta vida tenían que venir de esta manera, entiendo las dudas del principio, pero cuando te haces caso a la voz interna y traspasas los miedos, las dudas, ..., te digo que ahora que ya hace 11 años que soy madre y después de todo el trabajo interno realizado y el que queda, soy madre igual que otras madres y mis hijos son hijos igual que los otros hijos, y que todas las madres y hijos aprendemos constantemente si así lo deseamos. Es un camino intenso y muy bello si sueltas las resistencias a lo que se te presenta. Insisto en ello ya que es algo que mucha gente se cuestiona al inicio de estos procesos.

Y ahora me siento preparada para acompañar a otras mujeres a encontrar en ellas esa mujer increíble y preciosa que son por el simple hecho de SER.

Gracias a mi madre por Ser tan llena de luz y por enseñarme a mostrarme desde la verdad del corazón. Gracias a mi padre por mantener la familia económicamente, su discernimiento en momentos difíciles y respetar la unión y el camino que teníamos que vivir mi madre y yo. Gracias a mi hermano por Ser y Estar. Gracias a Esteban por Ser un hombre de luz, su amor, su serenidad, su empatía, por todo lo vivido, lo que vivimos y viviremos. ¡¡Te amo!!! Gracias a mis hijos por Ser faros de luz y que me muestran constantemente el camino auténtico del Ser. Gracias, gracias, gracias a todos los ángeles maravillosos que me he encontrado en este camino a la maternidad.


Los miedos son el reflejo de las capas ocultas

Los miedos son el reflejo de las capas ocultas. Mi alma me muestra todo lo liberable a través de miedos y experiencias dolorosas que no experiencias para sufrir. El sufrimiento es una elección y yo escojo vivir. ¿Tú? Grandes esperanzas hay en ti, en mí, pues tú, yo, nosotros tenemos la llave para abrir la puerta del gran corazón y la conexión plena con la consciencia, donde encontraremos el mar de lo desconocido, para navegar y transmutar todo lo vivido y lo ancestral. En este océano todo es posible, somos creadores y ahora valiente navego y pongo rumbo a mi barca hacia la consciencia, la luz y la verdad, transitando por la oscuridad para transmutar. La barca ahora sigue las coordenadas de las estrellas sagradas llevándome a mi lugar de origen, la verdad que nace de mi corazón brillante, amoroso y sabio. Eres, soy, somos sabiduría, pertenecemos a la sabiduría y como parte de ella me abandono y confío que ¡¡todo irá bien!! Ahora ocupo mi lugar de sabiduría, nada que hacer, todo se coloca en un orden perfecto y divino, el mismo orden de las estrellas, las galaxias. Vibrando con el amor, entregar y recibir


La culpa es un desorden de poderes

Cuando me hago cargo de un poder que no es mio, entro en el rol de la víctima o perpetradora y posiciono al otro como perpetrador o víctima. Está desordenado, no me estoy posicionando en mi sitio de poder. Tal y como yo lo veo, la culpa no existe, no hay separación, no hay víctima ni perpetrador, todo es uno, el otro y yo somos una misma cosa, nos hacemos de espejo, cada uno en un extremo. Cuando cada uno se hace cargo se su parte de responsabilidad, aquí no hay possibilidad de culpa, porque cada uno ocupa su lugar de poder. Cuando alguien me dice 'esto no está bien', yo me hago pequeña, entro en el rol de víctima y le doy el rol de perpetrador al otro. Yo, la Víctima, le doy el poder al otro, llevando la situación al ámbito personal, creyendo que el otro me está diciendo que no soy válida, cuando lo único que me está diciendo es: 'esto me mueve y no lo puedo sostener'. Cojo mi sitio de poder, soy valiente y responsable de mi vida, y en lugar de preguntarme ¿porqué?, me pregunto: ¿para qué?, ¿qué me muestra esto de mi? A mi personalmente la culpa me conecta con la falta de autoestima. ¿Qué recurso utilizo? Miro a mi niña pequeña herida y le digo, yo adulta estoy aquí, a tu lado, queriéndote, hagas lo que hagas, digas lo que digas, pienses lo que pienses, sientas lo que sientas, siempre te querré, amor incondicional. Aprendo de los aprendizajes y aprendo de las victorias. Nadie es mejor ni peor que nadie. Ocupo mi lugar de poder, no quito ni doy el poder a nadie y empiezo a crear a mi alrededor una realidad más coherente con quien soy en esencia.


Veo la Belleza en todo lo que es

Me siento bella, me miro al espejo y en las arrugas veo sabiduría, en las canas veo todos los aprendizajes, la barriguita la veo rodondita y preciosa, símbolo de feminidad, sensualidad y belleza, en la celulitis veo todo aquello que se almacena, veo el miedo a dejarse ir, veo el “¿para qué?” de todo, veo la belleza en todo aquello que me mueve y me dirige hacia el interior, este espacio de silencio donde hay tantas maravillas por redescubrir. Me miro al espejo y veo una mujer preciosa con infinitas posibilidades, empoderada y con un camino de flores blancas que indican claramente la dirección de mi propósito de vida. Gracias a mis padres por traerme al mundo, por guiarme. Ahora yo descubro mis alas, y les digo, gracias por ser mis padres, ahora con todo mi amor rompo el cordón umbilical y abro las alas y observo mi aletear y sí, sí, queridos padres, sí, ara puedo volar por mi misma, ara si tengo la fuerza, con la mano en el corazón os digo, ahora sí soy libre, llena de mi. Gracias a todos los que habéis visto y creido en lo que yo veía, gracias a los que no lo veis, haciéndome de espejo. Ahora sí puedo ver quien soy ahora sí, digo en voz alta: sí a la vida, sí a mi misma!!!!!!! Empiezo a ver la belleza de mi ser, vuestra belleza, la belleza en la oscuridad y la luz, la belleza en si misma. Gracias a todo lo que es, tal como es, tal com ha sido y tal y como será.